9 may 2008

Una Noche en el Escenario



Saludos mis queridos y contados lectores.

Hoy es un día muy especial para mi y para toda una generación de actores, de bellas personas, de amantes al arte...ya que así como hoy un nueve de mayo pero de hace dos años, justamente a las 17:00 hrs. todo un grupo de teatro se estaba preparando para la última de las funciones de la obra titulada EL QUIJOTE DE LA MANCHA.
Dicha obra necesitó de meses de arduo trabajo, lágrimas, sudor y sangre... finalmente llegó el temido día.
Aun recuerdo a todos mis compañeros nerviosos, corriendo por todo el escenario y los camerinos preparando la utilería, alistando el maquillaje, poniendose los vestuarios, arreglando detalles... todo debia ser perfecto ese día. Nuestro querido director el profesor Omar Darío estaba arreglando los últimos puntos para la presentación de esa noche.

El reloj marco las 18:00 hrs. y ya todo estaba listo. Luces en su lugar, sonido aprobado, un grupo de actores nerviosos y con muchas ganas de hacer de esa función la mejor de todas.

El público comenzó a entrar y a tomar sus respectivos lugares, las luces bajaron su intensidad y dieron primera llamada; a todos en camerinos nos recorrió por todo el cuerpo una sensación que no puedo describir, todo un revoltijo de emociones, y lo único que hicimos fue darnos un gran abrazo grupal, derramar algunas lágrimas y empezar a desear ¡MUCHA MIERDA! a todos y cada uno de los integrantes.

La segunda llamada fué avisada y comenzo la paranoia, los diálogos comenzaban a borrarse de la memoria de algunos, otros tantos sentian una imperiosa necesidad de ir al baño y algunos otros comenzaban a entrar verdaderamente en su personaje.

Los minutos se hacian largos, la adrenalina estaba a todo lo que daba hasta que por fin una voz familiar desde cabina dijo: "Esto es tercera llamada ¡PRINCIPIAMOS!"

Todos los actores salimos corriendo del teatro y no por huir, si no porque nuestra entrada era por la parte que le corresponde al público hasta llegar al escenario.

Fué entonces cuando escuche las primeras notas de la primera pieza musical, de la primera coreografia, de nuestra última función... ahi dije que pondria todo mi esfuerzo esa noche para que la obra saliera perfecta y una energia se apodero de mi cuerpo y comenzó la función y actuamos y salimos victoriosos de esa noche.

La placa se develó, nos abrazamos, lloramos justamente porque sabiamos que esa era nuestro cierre con broche de oro, y que nunca más volveriamos a trabajar todo ese grupo de actuación juntos. En ese momento todos los bellos recuerdos que durante todo un año se fueron formando pasaron en mi mente como una bella película, que hasta la fecha se sigue proyectando con frecuencia.

No me queda mas que decirles a mis queridos y contados lectores que a ese bello taller de teatro le estoy eternamente agradecido. Porque ahi fue donde descubri mi vocacion al arte, ahi conoci grandes personas las cuales se convirtieron en amigos entrañables y ahi fue donde un nuevo yo nació.

Esta fue la historia de el nueve de mayo de dos mil seis, el dia en que se develo la placa de la obra de teatro titulada El Quijote de la Mancha en el magnifico auditorio del Colegio Anglo Mexicano de Coyoacan.








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